Quirós

Freno la bici, me bajo de ella, y la apoyo sobre la cerca de madera. Observo las montañas de caliza que tengo enfrente. Allí donde los escaladores se afanan en trepar las altas tapias, la ladera que baja salpicada de árboles y casitas. Vuelvo a mirar hacia arriba para detenerme en las nubes blancas que vuelan ligeras y cerciorarme que...

El cielo es siempre azul