Bordar con lana
La artesanía es una de las cosas más hermosas en las que los humanos han ocupado y ocupan gran parte del tiempo.
La materia prima y las manos.
Cálculos matemáticos, emociones, sensaciones.
Destreza, conocimiento, pasión, diversión, implementación, innovación. Antropología.
En la "Cestería de Grao" hay útiles de mimbre tan bonitos que, es difícil decidirte por uno.
Busqué un cesto donde cabe un pequeño proyecto de tejido. El de tamaño justo para un par de ovillos que se transformen en calcetines. Quién sabe si para unos mitones ó un pequeño chal. Un gorro. Una bufanda en progreso.
Un cesto en el que trasportar la labor con comodidad por la casa.
De la cocina al jardín. Del jardín al dormitorio.
Y lo encontré. El cesto perfecto. Realizado con salgueiro según me contó la artesana que me atendió con agrado. En otros tiempos, su padre cortaba las cañas a orillas del río Cubia, allí al lado se abastecía pero ahora eso cambió, la materia prima les llega desde Salamanca seca y cortada. De excelente calidad, Es algo que se aprecia al tacto.
El entramado es increíblemente consistente.
Al ser para deslizar ovillos de lana por el interior, y ante la posibilidad de que las fibras se enganchen en los recortes de mimbre al tirar de la hebra para dar continuidad constante a la labor que me vaya a ocupar, quise bordar un pequeño tapiz que evite el supuesto. Aproveché una base de fieltro que guardé hace tiempo resto de otra labor.
Bordé con lana 100% que he ido comprando a lo largo de años en diferentes lugares de Europa. Casi siempre por lotes en charity shops.
Como quiero saber más sobre la cestería, traje este libro de la Biblioteca del Fontán.
Ojeé un poco. Salteado de páginas.
Las fotografías son preciosas. Muchas de los años 20 del siglo pasado. Mis abuelas habían nacido entonces.
Siento curiosidad.
Los materiales, los árboles o arbustos que se emplean...
A ver qué da ésto de sí.
Ya me veo intentando hacer un cesto...